jueves, 28 de noviembre de 2013

Admiración-Alabanza

«El no admirarse procede del saber en los menos, que en los más del no advertir. No hay mayor alabanza de un objeto que la admiración»,


Gracián, El criticón.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Iniquidad

«la iniquidad no se funda sólo en sus propias fuerzas, sino también en la credulidad y el miedo ajenos»

Manzoni, Los novios.

martes, 26 de noviembre de 2013

20.2. Pinocho se enfrenta a la serpiente


Había diluviado, el terreno estaba enlodado hasta el punto de que «uno se hundía hasta media pierna» y era difícil caminar, pero «el muñeco no se da por aludido; non se ne dava per inteso», va raudo, avanza a saltos.

De pronto, se paró en seco porque había visto «una enorme serpiente, extendida a través en el camino, que tenía la piel verde, los ojos de fuego y una cola puntiaguda que humeaba como una chimenea».

lunes, 25 de noviembre de 2013

Educación

«Nuestros colegios e institutos se han convertido hoy en centros de ocio y ocupacionales, en lugares de recogida y custodia de menores, en escaparates de consumo, en sedes de servicios sociales y terapéuticos, en sustitutos de los padres. Es preciso redefinir sus genuinos objetivos y colocarlos en situación de hacer aquello para lo que fueron creados: enseñar»,


M. Ruiz Paz, Propuestas de mejora del sistema educativo.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Suerte-Locura

«¡Cuántos echan la culpa de la sobra de su locura a la falta de su ventura!»,

Gracián, El criticón.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Economía



«La “ayuda” estatal a los negocios resulta tan temible a veces como su hostilidad»

Hazlitt, La economía en una lección.

martes, 19 de noviembre de 2013

20.1. Pinocho reemprende su camino

Attilio Mussino (1911)

En Atrapabobos sólo pueden vivir malas personas. De distinto tipo, pero ambos malos. Hay ladrones, gente que vive del engaño. Y ser estafador es ser mala persona. Y hay también gente que, por no saber estar en su sitio, son engañadas. Y carecer de habilidad, de juicio y corazón, es también malo.

Pinocho quiere ser buena persona. Su itinerario se encamina a convertirse en un bambino davvero, un hombre maduro, una persona en plenitud. Por eso, debe huir de ambos modos de ser. Por eso abandona esa ciudad.

Recupera así la orientación correcta. La libertad para dirigirse a su objetivo es la fuente de la alegría y el dinamismo con que reinicia su andadura.

lunes, 18 de noviembre de 2013

viernes, 15 de noviembre de 2013

Valor

«¿Qué importa sobren armas, si falta el valor? Eso más sería llevarlas para el enemigo»

Gracián, El criticón.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Moral-Debilidad


«El principio que extraemos de la debilidad de la naturaleza humana es el siguiente: las leyes morales nunca han de ser dispuestas con arreglo a la debilidad humana, sino que tales leyes han de presentarse como santas, puras y éticamente perfectas, independientemente de como quiera que sea el hombre. Esto es de suma importancia»

Kant, Lecciones de ética.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Tolerancia

«El ideal tolerante de muchos estriba en esa impúdica equidistancia que se cree ecuánime por tratar igual a los desiguales: a los que argumentan y a los cerriles, a las víctimas lo mismo que a sus perseguidores o a los cómplices de éstos, a los que ponen los muertos y a los que recogen los frutos de la matanza»

Arteta, Tantos tontos tópicos.

martes, 12 de noviembre de 2013

19. Le roban y, por tanto, es condenado

Carlo Chiostri (1901)

El final del capítulo anterior es transparente para el lector. Opaco para Pinocho, al que Collodi califica como dulce salado, dolce di sale: ha enterrado las monedas, las ha regado y ahora piensa que sólo tiene que esperar un poco para que la tierra le haga rico.
Cuando se dirige a recoger las riquezas esperadas, éstas van creciendo en su imaginación. Crecen y crecen y, al mismo ritmo, se incrementan las posesiones de ese «gran señor» que sería Pinocho. Y al mismo tiempo se olvida el destino originario del dinero: ya ha olvidado el frío de su pobre padre y el Abecedario, ahora quiere dulces, juguetes, palacios…

lunes, 11 de noviembre de 2013

sábado, 9 de noviembre de 2013

Cristina y el civismo

 

Nuestros niños se aburren.
 
Es una trivialidad sabida por todos. A los padres les resulta más patente en vacaciones. Los profesores lo experimentan el resto del año. Pero todos convivimos con esta obviedad.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Preocupaciones


«Las preocupaciones sólo son preocupaciones, por mucho que nos empeñemos en otra cosa»,

Chesterton, El regreso de Don Quijote.

jueves, 7 de noviembre de 2013

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Enemigos



«Para cada hombre, existe en el vocabulario una palabra capaz de pegársele como una segunda piel. Sus enemigos no tienen más que encontrarla»

Bierce, Diccionario del diablo.

martes, 5 de noviembre de 2013

18. Acchiappa-citrulli, la ciudad de Atrapa-bobos



Jaime Ballester (2013)

Al mentir al Hada, Pinocho deforma su auténtico ser. El cuerpo se niega a ser solidario con el engaño. Su rostro se desfigura con una enorme nariz que no para de crecer y le impide escabullirse.

Pinocho llora de vergüenza y angustia. Y el Hada lo deja así mucho tiempo, permite que se acerque a la desesperación, «para darle una severa lección y para corregirle el feo vicio de decir mentiras, el vicio más feo que puede tener un niño». En el capítulo 8 vimos una situación parecida y una actitud similar por parte de Geppetto. Hay quienes intentan aprovecharse de Pinocho, robarle e incluso matarlo, pero sólo el Hada y Geppetto lo conducen al horror de la desesperación. Ante ellos y sólo ante ellos, Pinocho experimenta la posibilidad de una pérdida total.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Normal-Diversión




«las rarezas sólo sorprenden a la gente normal. Las rarezas no sorprenden a la gente rara. Por esa razón, la gente normal se sabe divertir y la gente rara, siempre se lamenta del aburrimiento de la vida»

Chesterton, Ortodoxia.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Muerte


«La antigua actitud para quien la muerte es a la vez algo familiar, cercano y atenuado, indiferente, se opone sobremanera a la nuestra, temerosa de la muerte hasta el punto de que no nos atrevemos a pronunciar su nombre»

Ariès, La muerte en Occidente