Todo parece indicar que
el ser humano es un ser de costumbres. Se habitúa a obrar de un modo y ya es
como una (segunda) naturaleza desde la que surgen espontáneamente sus actos.
De ahí la importancia de
vigilar qué hacemos, que todo (se nos) queda dentro.
Algo de esto dice De la
Boétie, si lo entiendo bien. Y ahí lo dejo. Por si interesa:
«La primera razón por la
que los hombres sirven voluntariamente es que nacen siervos y son educados como
siervos. De esa razón se deriva otra: bajo los tiranos, las personas se hacen
rápidamente cobardes y pusilánimes»,
Étienne de la Boétie, Discurso de la servidumbre voluntaria.