sábado, 12 de julio de 2025

Jacob Böhme: un mapa del alma

 

Jacob Böhme y el misterio del alma

 

 

El filósofo que fue zapatero

Jacob Böhme es uno de esos autores que muchos citan pero pocos leen. Sin embargo, su eco resuena en nombres tan diversos como Goethe, Hegel, Newton, María Zambrano o Unamuno. ¿Qué hace que este zapatero místico, sin formación académica, haya dejado
una huella tan profunda?

Tal vez, precisamente eso: que no ofrecía un sistema, sino una experiencia. No se trata de comprenderlo sólo con la razón, sino con la vida entera.

El Ungrund: cuando lo más hondo no tiene fondo

En el corazón de su pensamiento está el Ungrund, el “sin-fondo”, lo que no puede decirse, pero está en el origen de todo. No es ser, ni no-ser. Es libertad pura. Una nada fértil. Un misterio radical del que brotan fuego y luz, cólera y dulzura, mal y amor.

Böhme se atreve a pensar lo impensable: si Dios tuviera un principio, ese principio sería libertad. Y de ahí nacerían los opuestos, no como errores, sino como tensión fecunda. La oscuridad no se elimina: se transforma.

Una escalera hacia el corazón de Dios

“No pretendas entenderme, sígueme por la escalera que lleva al corazón de Dios”, escribe Böhme. La suya no es una teología de manual. Es una invitación a despertar, a una mística de los ojos abiertos.

Para él, todo en el mundo es símbolo. Todo tiene cuerpo, fuerza y espíritu. Nada está vacío. Cada piedra, cada flor, cada gesto cotidiano es un espejo del alma y un eco de lo divino.

La presencia que se retira

Como en los grandes místicos, hay en Böhme una doble tensión: la presencia y la ausencia. La divinidad puede revelarse en una hoja, en una mirada… pero también esconderse durante años. No para castigar, sino para hacer madurar al alma.

Su teología está llena de imágenes vivas: la escalera, el jardín, el corazón, la novia perdida (Sofía). No para decorar, sino para guiar al lector a un tipo de conocimiento que no es abstracto, sino transformador.

¿Para qué sirve leer a Böhme hoy?

Tal vez para recuperar el asombro. Para aprender a ver más allá de las categorías. Para reconciliarnos con nuestra complejidad interior, con ese fuego que no siempre sabemos nombrar.

O, simplemente, para recordar que lo más esencial no siempre se enseña: se revela.

Una conversación con Francisco Martínez Albarracín

Este texto nace tras una conversación con Francisco Martínez Albarracín, filósofo y traductor, responsable de la primera versión completa en español del Mysterium Magnum. Paco conoce a fondo el alma de Böhme y sabe transmitirla con la humildad de quien ha caminado por dentro. Su testimonio, lleno de sabiduría y ternura, es parte del episodio que puedes ver en el canal Tinta y Caos.


Puede verse el Encuentro completo en youtube:

https://youtu.be/j5KX3HHL-Mc


y también oírlo en Spotify:

https://n9.cl/ux4td


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