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jueves, 2 de noviembre de 2023

Pensar la felicidad

A veces sentimos que la vida no nos llena, no colma nuestras expectativas.

Se ve que podemos llevar la vida de otro modo, mejor, más noble y lleno de grandeza.


Algo de esto le entiendo a Hegel cuando dice que

«Cada filosofía no presenta otra cosa que el modo como construye la suprema felicidad como idea»,

Hegel, Glauben und Wissen, 5, vers. Vicente Serrano, Biblioteca Nueva, Madrid, 2000, 57.

sábado, 9 de enero de 2021

El rey Lear y otras tragedias

 


 

El rey Lear o la importancia de la tragedia

 

 

 

Manuel Ballester

 

 

Grecia aporta a la civilización el pensamiento racional, el concepto; la filosofía, en suma. Pero no es menos cierto que aporta la tragedia. Pensemos en Esquilo, Sófocles o Eurípides.

El hombre aspira a comprender el mundo, a entenderse a sí mismo, a captar el sentido de su vida. Y la filosofía lleva a cabo un acercamiento conceptual a esta aspiración humana. La tragedia responde al mismo anhelo pero lo hace de otro modo.

El espectador de la tragedia se sitúa ante una acción que puede formar parte de su vida, de la vida de cualquiera. Porque la tragedia, al decir de Aristóteles, es en primer lugar mímesis, imitación de la vida.

Entre los modernos, quizá nadie como Shakespeare (1564-1616) ha desarrollado el género trágico de modo tan admirable. Fijémonos en una de sus obras: El rey Lear (The Tragedy of King Lear, 1603).

lunes, 15 de enero de 2018

Pensar y vivir con claridad

Si hemos de creer a Platón (que, en eso, coincide plenamente con Aristóteles) los animales y los dioses tienen en común la certeza en el saber: saben sin indagar, tienen a mano el conocimiento que necesitan.
Los demás tenemos que buscar para aclararnos. Los demás, en otros términos, tenemos la tarea vital de buscar amorosamente la sabiduría, que en eso consiste la filosofía.
La tarea del filósofo es, pues, quehacer que tiene que ver con aclarar, con salir de la caverna y el embrollo para vivir en la luz y la claridad.
Asunto complejo, a juzgar por algunos argumentarios de sedicientes pensadores que, más que cooperar a esa tarea tan humana, parece impulsar la sedición respecto a ella.

Algo de esto dice Ortega, si lo entiendo bien. Y ahí lo dejo. Por si interesa:
  
«la claridad es la cortesía del filósofo»,

Ortega y Gasset, El hombre y la gente

domingo, 17 de diciembre de 2017

Atinar

Es difícil escapar de los modos de ver el mundo que están vigentes en cada momento que, por eso y en otras palabras, son modas. Y las modas, lo moderno, van y vienen al son de nuevas in-novaciones.
En suma, la amalgama de idola fori et tribus, que diría Bacon, que a veces nos hace olvidar quién somos e intentar aparecer y actuar de otro modo: un modo superior o inferior, tanto da, pero que nunca es mejor, sencillamente porque no es el que toca.

Los tiempos, las modas y los idola cambian, pero Sísifo acarrea y tropieza una y otra vez con la misma piedra.

Atinar con lo que toca, sin pasarse ni quedarse corto, es cuestión tan difícil como valiosa. Aristóteles la llamó excelencia, areté, y nosotros heredando el término latino solemos denominarla con el gastado nombre de virtud.

Quizá por eso Ortega, gastando tanta claridad como ironía, dice lo que dice. Ahí lo dejo. Por si interesa :

 «a mediados del último siglo y comienzos de éste la filosofía, so el apodo de positivismo, pretendía ser una ciencia, es decir quería «hacer de ciencia», pero no hay que formalizar la cosa, se trata sólo de un breve ataque de modestia que la pobre sufrió!».

El hombre y la gente.

martes, 17 de octubre de 2017

Lo humano y el pensar

Que la inteligencia, incluso si se tiene mucha, no es capaz de extraer toda la realidad de las cosas se ha dicho de muchos modos. Ahí Shakespeare con aquello de que “hay más cosas en el cielo y en la tierra de las que sospecha tu filosofía”.
Asunto desconcertante para quienes tienen pretensiones de totalidad.
Asunto ilusionante para quienes gustan de seguir progresando.
Asunto del que quedan excluidos animales y dioses. Porque la filosofía, que de eso hablamos, es asunto específicamente humano.

Algo de esto le entiendo a Ortega. Y ahí lo dejo. Por si interesa:


«todo el descubrimiento filosófico no es más que un descubrimiento y un traer a la superficie lo que estaba en el fondo».


Ortega y Gasset, La rebelión de las masas.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Filosofía o elitismo para todos

Si hubiese algo excelente, destinado sólo a una minoría en razón de una elevada vocación que adopta la forma de personalísima elección, no sería de extrañar que fuera patrimonio de unos pocos. Una pequeña, minúscula, porción de la sociedad. Una élite, en otros términos.
Si hubiese algo así e intentara adaptarse a una sociedad de masas, no sería de extrañar que se exigiera que la excelencia fuese patrimonio de todos. Nada de minorías ni exclusivismos. Que se pidiera, en otras palabras, un elitismo para todos.
Y no iría por ahí Ortega, si lo entiendo bien. Y ahí lo dejo, por si interesa:



«La filosofía no necesita ni protección, ni atención, ni simpatía de la masa. Cuida su aspecto de perfecta inutilidad, y con ello se liberta de toda supeditación al hombre medio. Se sabe a sí misma, por esencia, problemática, y abraza alegre su libre destino de Pájaro del Buen Dios, sin pedir a nadie que cuente con ella, ni recomendarse, ni defenderse. Si a alguien, buenamente, le aprovecha para algo, se regocija por simple simpatía humana; pero no vive de ese provecho ajeno, ni lo premedita, ni lo espera. ¿Cómo va a pretender que nadie la tome en serio, si ella comienza por dudar de su propia existencia, si no vive más que en la medida en que se combata a sí misma, en que se desviva a si misma?»


Ortega y Gasset, La rebelión de las masas.

martes, 23 de septiembre de 2014

El sentido de la vida. Un matiz

El sentido de la vida. Un matiz

La cuestión del sentido, del sentido de la vida, parece que tiene que haber sido una constante en el pensamiento. Parece que desde los grandes pensadores hasta las personas de los más modestos bolsillos intelectuales han tenido que afrontar la cuestión como algo filosófico, es decir, importante, urgente y que iba con ellos (¿Qué otra cosa es la filosofía, claro?).

Un matiz al cotejar dos conocidas referencias. De Platón y Albert Camus.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Sentido de la vida

«Sólo hay un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no vale la pena ser vivida es responder a la cuestión fundamental de la filosofía.

Il n'y a qu'un problème philosophique vraiment sérieux: c'est le suicide. Juger que la vie vaut ou ne vaut pas la peine d'être vécue, c'est répondre à la question fondamentale de la philosophie»,


Camus, Le mythe de Sisyphe.