Nunca me abandones: Cuando se quiere todo
Manuel Ballester
Vivimos
en la idea de que nuestro mundo es mejor que el de nuestros abuelos. El
progreso en el ámbito científico, con especial referencia a la salud, es
espectacular. Ya anciana, un personaje del premio Nobel Kazuo Ishiguro lo
recuerda como «un mundo
nuevo que se avecinaba velozmente. Más científico, más eficiente. Sí. Con curas
para las antiguas enfermedades. Muy bien».
Ishiguro (Nagasaki,
1954) lleva a cabo un acercamiento original a este mundo en el que viven
sus personajes y sus lectores (si es que, al final, la literatura y la vida no
son lo mismo) en la novela Nunca me
abandones (Never let me go,
2005).
Esa existencia
más científica, eficiente, con menos enfermedades, con una vida más larga y
saludable esconde un lado oscuro, un precio que hay que pagar.