Cada época tiene sus
modos de entenderse y de explicarse.
Platón crea profusamente
mitos para sustituir a los mitos homéricos. Porque ve el mundo de un modo
distinto.
La modernidad elabora el ilusionante
mito del progreso. Que el esfuerzo y la inventiva humana van a dotar a la
humanidad de prosperidad siempre creciente. Como si los avances cristalizaran
para siempre en monolitos modernos, como si no hubiese que cuidarlos, como si
no pudiésemos retroceder, como la piedra de Sísifo en aquel mito griego.
Que no es lo mismo un mito ilusionante que un mito iluso.
Y algo de esto le
entiendo a Ortega. Ahí lo dejo. Por si interesa:
“No hay razón para negar
la realidad del progreso; pero es preciso corregir la noción que cree seguro
este progreso”.
Ortega
y Gasset, La rebelión de las masas.
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