El hombre desconectado de la tierra y de su propósito: Rulfo
Manuel Ballester
Según
una cierta visión del mundo y de la vida, lo primero es el fin. Antes de comenzar
a acarrear ladrillos, habría que tener claro si vamos a hacer una casa o una
muralla, un templo o un mero cobertizo. Este modo de ver explica que nos
sintamos contentos, felices incluso, cuando alcanzamos nuestras metas. Más aún:
tener clara la finalidad de nuestros esfuerzos, nos fortalece y permite que los
consigamos.
Se atribuye a Juan Rulfo la idea de que “hay que hacer la revolución y luego ya veremos para qué era”. Que el mundo anda mal y hay que ponerlo patas arriba, la acción revolucionaria es necesaria… aunque nada garantiza que el resultado, al final, no sea peor. Que también podría ocurrir.