martes, 3 de abril de 2018

Libertad y destino

Es consolador saber que por mucho que se tuerzan nuestros pasos, el camino acaba llevándonos a lugar que nos corresponde. Que, en otros términos, hay un destino y que todos los caminos llevan a Roma si es Roma nuestro destino.
Es consolador, indudablemente, pero esa idea no deja de convertirnos en juguete y nuestra vida en juego del que no elegimos ni las reglas ni el fin de la partida. Nos limitamos a ser actores. Un consuelo, sí.
Otros piensan que, consuele o no, nos guste o no, más bien nos corresponde llevar el timón de nuestra vida, elegir destino, fin y medios, y hacer camino. Ser, en otros términos, autores de nuestra vida.

A esta cuestión se refiere Cervantes, si lo entiendo bien. Y ahí lo dejo. Por si interesa:

«no hay más cierta astrología que la prudencia»,

Miguel de Cervantes, Los trabajos de Persiles y Sigismunda

No hay comentarios:

Publicar un comentario