El solar de Secundaria
Manuel Ballester
A nadie se le oculta que
las cosas no van bien en educación. Hay problemas que vienen de lejos y que no
se corrigen y así va rodando la bola. Es verdad que, a veces, se hacen cosas, surgen
pequeñas variaciones que hacen recordar cómo era la enseñanza cuando en vez de preguntar si algo era
innovador, se preguntaba si era bueno, si hacía que los alumnos aprendiesen
más.
Escribo estas líneas con
esperanza, porque me llegan noticias de una de esas novedades buenas. Y no en
cualquier campo: en el ámbito sindical ¡ahí es nada!
Acaba de constituirse en
la Región de Murcia un sindicato de profesores de Secundaria. El nombre no es
muy original pero sí ilusionante: SPES (Sindicato de Profesores de Enseñanza Secundaria).
Se integra en una federación nacional, a cuya web se puede acudir para ver cómo
respiran: http://federacionspes.blogspot.com.es/
Los sindicatos de la
enseñanza, o con representación entre los compis-camaradas de la enseñanza, son
de diverso pelaje.
Los hay, no podían
faltar, de clase. Ya sabemos qué clase de sindicatos son los de clase. Ocupados
en una profunda escisión ideológica entre las barricadas y las mariscadas, no siempre
atinan con lo que interesa en las aulas. Como de todo hay en los campos del Señor,
los sindicatos de clase tienen su clientela. Pero también hay quien prefiere
vivir de pie a votar a un sindicato de clase. De pie, en contacto con la
realidad del aula, porque conciben la enseñanza como un ámbito
técnico-profesional que debe ser abordado con criterios específicos de ese
oficio y piensan que una directriz educativa no es buena o mala dependiendo de
quién la impulse, sino en función de que se ajuste o no a los requisitos propios
de trabajo docente.
Hay también sindicatos
que se presentan como sindicatos docentes. Pretenden abordar la enseñanza desde
una perspectiva profesional. Comparto este enfoque. Por eso, en pasadas
elecciones aparecí en las listas de Anpe,
que se define a sí mismo como un sindicato de docentes para docentes. Conservo
en Anpe excelentes amigos:
Clemente, Antonio, Paco… gente siempre dispuesta a poner al servicio de los
docentes su dilatada experiencia y su afable eficacia. Seguro, además, de que
mantendremos la amistad a pesar de que no los votaré en las próximas elecciones
sindicales. Y me explico. De estos amigos tengo, es evidente, una excelente
opinión, pero… no son de Secundaria.
Soy profesor de filosofía
y tengo cuatro hijos (dos de ellos todavía en Primaria) pero no acabo de
aclararme con la Primaria: no sé cómo funcionan los refuerzos, los desdobles y
mil cosas específicas de esa etapa educativa. Y veo que cualquier maestro se
mueve con una soltura que yo ni huelo.
Tengo para mí que lo
mismo ocurre a los de Primaria cuando hablamos de Secundaria. Que ahí yo sí me
aclaro y sé cómo van las cosas. Por eso me parece muy conveniente que haya un
sindicato que se ocupe específicamente de ese ámbito.
No es infrecuente que un
solar en medio de espacios habitados acabe acumulando basura. Por puro
descuido, porque nadie se ocupe de su cuidado y mantenimiento. Y eso es lo que
ha ocurrido en Secundaria: que nadie se ha ocupado porque tenían otros
intereses. Y me parece muy comprensible. Se trata de que una cosa es la
Primaria y otra la Secundaria. Y se trata de que no hay, no había hasta ahora,
un sindicato de Secundaria.
Tal como lo veo y lo
voto, es interesante que el sindicato no sólo sea profesional. A los de Secundaria
nos conviene que, además, sepa de qué va la Secundaria: conviene que cada uno cuide
su solar, en caso contrario el cátedro acabará barriendo el pasillo mientras el
conserje da una charla de educación afectivo-vial. O podría pasar, pongo por caso,
que las bajadas de sueldo sean proporcionales y las subidas lineales con lo que
acabamos en que los de Secundaria perdemos más que los otros cuerpos (échenle
un vistazo a las nóminas, y me lo cuentan: ojo, que puede volver a pasar) o que
la paga extra de un maestro sea superior a la de un catedrático (nuevo vistazo
a las nóminas). Podría ocurrir que los institutos se parezcan cada vez más a
las guarderías y así, pongo por caso, que tengamos unas reuniones de
coordinación (CCP) que tienen que ser muy útiles cuando tratamos chiquillos de
6 años pero que, la verdad, coordinar al profesor de física y al de latín de alumnos
con 18 años ¡tiene un cuajo…!
En fin, que además de
mirar con lupa el asunto salarial, es de esperar que Spes-Murcia empiece solicitando la supresión de las CCP, la
creación de una Dirección general de Secundaria (cosa que, tengo que decirlo,
ya solicitamos hace tiempo desde Ciudadanos
para el progreso), que cada palo aguante su vela (definición de las
funciones de los pedagogos, que los PTE se ocupen de la elaboración y
seguimiento de las programaciones de los alumnos de los que se encargan). Y
este curso, si las urnas o los puntazos de quien corresponda no lo impiden, en
aplicación de la Lomce, hay que
organizar toda la Secundaria, el Bachillerato y la Formación Profesional para septiembre
de 2015. Como en la mesa de negociación no haya gente de Secundaria, que no se
extrañen si vemos a un catedrático de griego haciendo apoyos en el laboratorio
de Química.
En fin, que me parece una
buena noticia la aparición de este sindicato. Y muy oportuna. Ahí dejo el
correo electrónico, para quien quiera saber más: spes.murcia@gmail.com
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