El purgatorio del Tenorio (y 3)
Entusiasmo por la realidad (18)
Manuel Ballester
Don Juan Tenorio, español de origen y temperamento, y
Giacomo Cassanova, veneciano libertino, comparten un cierto aire de familia.
En ellos la atracción por la mujer es un rasgo capital. Lo
viven como lo esencial de sus vidas, como algo que desean poseer y gozar. Miran
la mujer como algo, no como alguien sino como objeto de dominio y disfrute.
Porque, y eso es se-ducir, el seductor finalmente se quiere a sí mismo y anhela
el gozo que sus conquistas le proporcionan. En ese aspecto de la personalidad
del seductor se apoya Unamuno cuando lo ve recluido en sí mismo, incapaz de
apertura o, lo que es lo mismo, incapacitado para el amor.
Ignacio Temiño había propuesto indagar en torno a las
similitudes y diferencias entre estos modos de ser y estar en el mundo.
Decidimos, pues, poner a Casanova y Don Juan frente a frente. En un primer
momento [Seductor, burlador, disoluto
¿Don Juan o Casanova? (1), Letras
de Parnaso, nº 78,
Año VIII (II Etapa), febrero 2023, pp. 22-23] abordamos la cuestión aludida, el
talante seductor y los aspectos que esa actitud implican. En segundo lugar,
fuimos más allá [Más allá de la
seducción: Casanova o la fama (2), Letras
de Parnaso, Año VIII (II Etapa),
abril 2023, nº 79, pp. 20-21].