Al nacer somos como la tierra. Según las semillas y las labores del cultivo que se ciernan sobre ese terreno, así será lo que
germine.
Al nacer somos como la tierra, pero sólo en cierto sentido. El
cultivo humano, el cultivarse, puede hacerse siguiendo modelos de humanidad.
Mejores y peores, que de todo hay.
Por eso, si lo entiendo bien, dice Gabriel Zaid que
«La cultura es conversación», Los libros y la conversación, p. 113
Ahí lo dejo. Por si interesa.