La “herejía científica” de El doctor Jekyll
Manuel Ballester
Todos tenemos experiencia de haber dudado sobre si obrar de
una manera u otra. Esto se ha representado a veces como si en cada hombro
llevásemos, respectivamente, un diabillo y un angelito que nos impulsan en
direcciones contrapuestas.
Constatamos, en suma, una cierta dualidad interior.
Duplicidad que se comprueba más aún cuando tras habernos decidido
(habitualmente por lo bueno y lo mejor), pasamos a la acción y hacemos
verdadero el viejo adagio: video meliora
proboque, deteriora sequor, vemos lo mejor, y lo aprobamos, pero seguimos
otro camino.
Robert Louis Stevenson (1850-1894) cuenta entre su extensa
producción literaria con diversos títulos que abordan esta cuestión desde
ángulos siempre creativos, amenos, sugerentes. Destaca, en ese sentido, El doctor Jekyll y Mr. Hyde (1886), una
narración breve que integra elementos de intriga, misterio e, incluso, terror.
La historia ha tenido mucho éxito y sería ocioso relatarla en detalle.