viernes, 13 de octubre de 2017

La fuerza del consenso

Desde el comienzo de la cultura occidental se ha distinguido entre la verdad y la opinión (Parménides con extraordinario vigor). Y se ha indicado que mientras que la verdad es descubierta por la razón, por lo que hay de común en el hombre; la opinión es subjetiva, particular, cada uno tiene la suya.
Lograr que esas opiniones sean más o menos aglutinadas, amalgamadas en lo que se denomina "opinión pública" puede dar lugar al consenso (sobre todo cuando la opinión es inducida) pero seguimos transitando la vía de la opinión, distinta del camino de la verdad. O algo de esto le entendí a Parménides.

Y Ortega también aporta un matiz de interés a este asunto. Ahí lo dejo. Por si interesa:

«la ley de la opinión pública es la gravitación universal de la historia política. Sin ella, ni la ciencia histórica sería posible. Por eso muy agudamente insinúa Hume que el tema de la historia consiste en demostrar cómo la soberanía de la opinión pública, lejos de ser una aspiración utópica, es lo que ha pesado siempre y a toda hora en las sociedades humanas. Pues hasta quien pretende gobernar con los jenízaros depende de la opinión de éstos y de la que tengan sobre éstos los demás habitantes»,


Ortega y Gasset, La rebelión de las masas

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