martes, 23 de septiembre de 2014

El sentido de la vida. Un matiz

El sentido de la vida. Un matiz

La cuestión del sentido, del sentido de la vida, parece que tiene que haber sido una constante en el pensamiento. Parece que desde los grandes pensadores hasta las personas de los más modestos bolsillos intelectuales han tenido que afrontar la cuestión como algo filosófico, es decir, importante, urgente y que iba con ellos (¿Qué otra cosa es la filosofía, claro?).

Un matiz al cotejar dos conocidas referencias. De Platón y Albert Camus.


Platón:
Cuando Trasímaco pretende abandonar el diálogo, Sócrates le anima a participar señalándole cuál es el tema que hay en juego: «¿Crees que es un asunto baladí el que has tomado por tu cuenta, y no ya el definir la norma de conducta a la que ateniéndonos cada uno podamos vivir más provechosamente nuestra vida?» (Platón, República).

Camus:
«Sólo hay un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no vale la pena ser vivida es responder a la cuestión fundamental de la filosofía.
Il n'y a qu'un problème philosophique vraiment sérieux: c'est le suicide. Juger que la vie vaut ou ne vaut pas la peine d'être vécue, c'est répondre à la question fondamentale de la philosophie», Camus, Le mythe de Sisyphe.

El matiz:
Cuando Sócrates se dispone a ver cuál es el modo correcto de vivir para que la vida tenga sentido, está apoyándose en un presupuesto (un pre-juicio, un pre-concepto, que dirían los eruditos) y es este: la vida tiene sentido, se trata de encontrarlo, se trata de dirigir nuestra vida del modo adecuado. Uno puede equivocarse, lo cual es un desastre; pero también puede acertar, lo cual es la dicha, la eudaimonía. Lo suyo es buscar la verdad en compañía de amigos (¿Qué otra cosa es la filosofía?).

Camus se apoya en el presupuesto abisal de que es posible que la vida no tenga sentido. Normal sentirse extraño, un extranjero mismamente. Y acabar con nausea, angustia y temblequeo ante el abismo del absurdo. Lo suyo es buscar rápidamente un psiquiatra para apuntalar la existencia ¡Por nadie pase!

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