Educar es una tarea tan fascinante como difícil.
Es fascinante, porque consiste en el intento de transmitir lo mejor que se ha aprendido sobre la vida y su sentido a la siguiente generación, a los hijos.
Es difícil porque hijos y padres ¿No son mundos diferentes? Lo bueno y mejor para unos, ¿lo será también para los otros?
En cierto sentido, padres e hijos parecen pertenecer a especies diferentes, como un gato y una gaviota. Por eso he abordado la cuestión siguiendo "Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar", de Luis Sepúlveda.
El resultado es un libro que, con el título Educar sin saber cómo, está disponible en amazon en 3 versiones: formato digital, tapa blanda y dura.
Espero que os guste y os resulte provechoso.
Ah, la foto de la portada es cortesía del Juan Antonio Pellicer
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