domingo, 20 de abril de 2014

Confianza

«Una maestra de primaria estaba dando una clase de dibujo a un grupo de niños de seis años de edad. Al fondo del aula se sentaba una niña que no solía prestar demasiada atención; pero en la clase de dibujo sí lo hacía. Durante más de veinte minutos la niña permaneció sentada ante una hoja de papel, completamente absorta en lo que estaba haciendo. A la maestra aquello le pareció fascinante. Al final le preguntó que qué estaba dibujando. Sin levantar la vista, la niña le contestó:
- Estoy dibujando a Dios.
Sorprendida, la maestra dijo:
- Pero nadie sabe qué aspecto tiene Dios.
La niña respondió:
- Lo sabrán enseguida».


K. Robinson, El elemento.

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