Cuando Platón recoge (por escrito) los inconvenientes de la
escritura frente al diálogo de viva voz quizá transmita irónicamente la idea de
que sólo lee de verdad quien saborea internamente las palabras y las entiende
(que entender es intus-legere, leer dentro). Ironías aparte, quizá sólo escribe verdaderamente
quien ha leído de verdad.
Algo de esto le entiendo a Gabriel Zaid. Ahí lo dejo. Por si
interesa:
«Escribir es continuar la lectura por otros medios» La
lectura concreta, p. 58.
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