Legislar es, en cierto sentido, encauzar el bullir de la gente. Hay quienes son capaces de actuar siempre y con facilidad según lo que es bueno y justo y lo mejor. Hay gente así: Sócrates y algún héroe o santo. Hay gente, en definitiva, con una individualidad poderosa que les aparta del gentío.
Pero la mayoría de «los hombres no se conducen jamás con arreglo a lo que prescribe la razón pura;
Ahí lo dejo. Por si interesa.
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