jueves, 18 de enero de 2024

Vida y sentido

A los animales les basta una buena vida, un tiempo para llevar a cabo las posibilidades de su naturaleza que, al final, son modos de comer, crecer, reproducirse y morir.

A los animales les basta.

Al hombre le sabe a poco. Falta algo importante. O algo de esto le entiendo a Houellebecq cuando dice que

«la vida siempre nos rompe el corazón. Por mucho valor, sangre fría y humor que uno acumule a lo largo de su vida, siempre acaba con el corazón destrozado. Y entonces uno deja de reírse. A fin de cuentas ya sólo quedan la soledad, el frío y el silencio. A fin de cuentas, sólo queda la muerte»,

Houellebecq, Las partículas elementales, 292

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