sábado, 14 de junio de 2025

Tolkien: el canto del mundo y la fantasía como verdad

  

Tolkien: el canto del mundo y la fantasía como verdad

 

 


 

Saludar a alguien diciendo: “Encantado de conocerle” o hablar de un “castillo encantado” no es una coincidencia. Ocurre en todas las lenguas y expresa la idea de “estar en un canto”

Y es que, en un sentido profundo, el mundo puede ser entendido como un canto. No en sentido decorativo o sentimental, sino como una estructura con armonía profunda, capaz de integrar incluso el caos, la disonancia o la ruptura. Esta imagen recorre el Silmarillion, donde la creación surge de una música original, y donde incluso la rebelión se convierte en parte de un plan más grande y más bello.

Esa intuición nos lleva a una pregunta central: ¿Qué pasa con nuestra relación con el mundo, cuando ya no somos capaces de verlo como canto, como relato, como misterio compartido?

El desencantamiento del mundo —en el sentido profundo al que se refiere Max Weber— no sólo ha borrado símbolos, mitos y narraciones. Ese intento moderno de “salir del canto” (eso es el des-encanto), ha provocado un desencanto interior: desarraigo, tristeza cultural, exilio de uno mismo. Porque cuando el ser humano intenta salirse del canto —como si pudiera vivir al margen del lenguaje, del mito, del relato que lo sostiene, de la música en la que vivimos, existimos y somos— lo que encuentra no es libertad, sino aislamiento.

Falta la música de nuestra propia vida: no nos entendemos. Y esto tiene consecuencias. Eduardo Segura lo expresa con claridad: hoy vivimos un analfabetismo existencial. No se trata sólo de que la gente lea menos —que también—, sino de que falta un relato interior que dé sentido. Falta una gramática simbólica que nos permita comprendernos y comprender el mundo.

Por eso recuperar el valor de los cuentos, de los mitos, de la palabra que nombra y da sentido, no es un lujo ni una evasión: es una necesidad humana profunda. Y urgente.

Quien quiera vivir sin símbolos, sin fantasía y sin relatos puede intentarlo. Pero, como advertía Chesterton, se arriesga a acabar creyendo en cualquier cosa.

 



Estas reflexiones han surgido —o madurado— al hilo de un reciente encuentro con Eduardo Segura, grabado para el canal Tinta y Caos. Si quieres ver la conversación completa en youtube:

https://youtu.be/ccIIgEqbPRM

 

Si prefieres oírlo, en Spotify:

https://n9.cl/xq9qp

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