Con el verbo mesurado y
preciso que es su firma, Juan Gregorio nos regala unas reflexiones sobre
algunos motivos para lanzar la palabra al papel o a la mar océana de internet (http://juangregorioaviles.wordpress.com/2014/02/17/por-que-un-hombre-se-puso-a-escribir/).
Las encuentro todas (huida del olvido, afán de difusión de un pensamiento apreciado, obediencia a una llamada interior) tan válidas como valiosas.
Las encuentro todas (huida del olvido, afán de difusión de un pensamiento apreciado, obediencia a una llamada interior) tan válidas como valiosas.
Leo con sonrisa agradecida
lo que Juan ha querido compartir. Porque su texto provoca un momento de grata
reflexión en el lector atento. Y esa posibilidad no es pequeño motivo. Otro
más.
Cuando el letraherido
lector acostumbra además a escribir, esa reflexión lleva también a escrutar sus
propios motivos. Y todo examen es riesgo, como la escritura.
Escribir puede ser
también un modo de responder, de hacerle eco a la llamada que el escritor
percibe. Desde el fondo del abismo. Quizá, como toda respuesta, escribir sea
también cuestión de responsabilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario