Hay gente que tiene claro cómo hay que hacer las cosas. Si organizan su vida según lo que ellos piensan, la realidad les irá dando la razón o quitándosela, que también pasa a veces.
El problema es que estos seres clarividentes se vengan arriba y quieran organizar la vida a los demás. Los demás, la masa, el pueblo (que por nombres no va a quedar), a lo mejor no tienen los mismos objetivos, a lo mejor no ven las cosas del mismo modo y prefieren intentarlo según su leal saber y entender (con posibilidad de equivocarse, que es lo que tienen las decisiones).
Algo de esto le entiendo a Maquiavelo cuando dice que
«el pueblo sólo pide no ser oprimido;
[il populo al Principe] non domandando lui se non di non essere oppresso»,
Maquiavelo, El príncipe, Cap IX, p. 99, lin. 9
No hay comentarios:
Publicar un comentario