Saber sobre algo es un descubrimiento, una ilusión.
Por eso, el sabio ofrece su sabiduría a quienes quieran recibirla. El sabio se dirige a la inteligencia y a la libertad del otro.
Y ese no es el fin de la historia. Porque el sabio sabe que
no sabe todo y que podría aprender más. El sabio ofrece su apertura, respeto y gratitud, en suma.
Algo de esto entiendo que contiene la célebre frase de Shakespeare:
«Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, de las que sueña tu filosofía;
There are
more things in heaven and earth, Horatio,
Than are dreamt of in your philosophy», Hamlet, Act. I, Esc. 5
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