5 libros
para descubrir quién eres
¿Quiénes somos realmente? ¿Cuál es nuestra identidad? ¿Es
algo que descubrimos porque ya estaba ahí, o algo que construimos? ¿Nos lo dan
hecho o lo hacemos nosotros solos?
La literatura está llena de personajes que buscan descubrir o construir su identidad. En este artículo, exploramos cinco obras en las que este tema cobra un papel fundamental.
1. Kafka: la identidad es más que la función
La metamorfosis – Franz Kafka
Gregor Samsa despierta un día convertido en un insecto. Él
era un buen trabajador, un buen hijo, una persona responsable y, sin embargo,
su transformación en algo infrahumano genera una crisis de identidad.
Kafka nos muestra un error común: pensar que nuestra
identidad se define sólo por la función que desempeñamos en la familia, en la
sociedad o en el trabajo. Pero el ser humano es mucho más que su función. Esto
se ve, por ejemplo, en los jubilados: si alguien ha identificado su identidad
únicamente con su trabajo, cuando se jubila puede sentir que su vida ha perdido
sentido. La clave está en entender que la identidad no se reduce a lo que
hacemos.
2. Jekyll: armoniza las tendencias internas
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde – Robert
Louis Stevenson
Aquí, la identidad no se cuestiona desde la función, sino
desde el interior. Stevenson nos muestra que dentro de nosotros hay tensiones,
impulsos y tendencias contradictorias.
El Dr. Jekyll intenta eliminar su lado oscuro mediante la
ciencia, lo que resulta en la creación de Mr. Hyde. Platón, en el mito del
carro alado, plantea que la interioridad humana está dividida en distintas fuerzas
(un caballo blanco y uno negro), y la solución no es suprimir una, sino
armonizarlas bajo el control del auriga. La identidad se construye integrando
nuestras fuerzas internas en lugar de eliminarlas.
3. Dorian: integra actos y consecuencias
El retrato de Dorian Gray – Oscar Wilde
Dorian Gray intenta evitar el paso del tiempo y las
consecuencias de sus actos transfiriéndolos a su retrato. Esta visión supone
que la identidad es algo rígido e inmutable, pero en realidad, nuestra
personalidad es dinámica. Cada acto nos transforma: si mentimos, nos
convertimos en mentirosos; si actuamos con nobleza, nos volvemos personas
nobles. La tragedia de Dorian Gray radica en su incapacidad de aceptar este
proceso de cambio.
4. Alicia: se define desde la meta
Alicia en el País de las Maravillas – Lewis Carroll
Alicia se enfrenta a un mundo en constante cambio. Su
encuentro con el Conejo Blanco simboliza el tiempo que no se detiene. En su
viaje, experimenta transformaciones físicas y mentales, lo que la lleva a
preguntarse quién es realmente.
Uno de los momentos clave ocurre cuando se encuentra
desorientada y le pregunta al Gato de Cheshire qué camino tomar. El gato le
dice: "Depende de dónde quieras ir". La identidad también
depende de nuestro destino. La dirección que tomamos en la vida define quiénes
somos.
5. Principito: requiere el encuentro
El principito – Antoine de Saint-Exupéry
La historia del Principito es un viaje de
autodescubrimiento. Comienza en su planeta, cuidando su mundo interior. Pero
cuando aparece la Rosa, se da cuenta de que no sabe amar y debe salir de sí
mismo para aprender.
Uno de los momentos más duros es cuando encuentra un jardín
lleno de rosas iguales a la suya. Esto lo deprime, pues creía que su rosa era
única. Sin embargo, el Zorro le enseña que la relación que ha construido con su
rosa la hace especial. Aquí surge una gran lección: nuestra identidad no se
construye sólo desde nosotros mismos, sino también desde nuestras relaciones
con los demás.
El Principito descubre que amar nos transforma, pero también
que ser amados nos define. Esto nos hace vulnerables, porque no podemos
controlar si los demás nos aman, pero al mismo tiempo, esa vulnerabilidad es
parte esencial de nuestra identidad.
Conclusión
Estos cinco libros nos muestran que la identidad es un
proceso en constante evolución. No sólo es algo que descubrimos dentro de
nosotros, sino también algo que construimos a través de nuestras elecciones y
relaciones.
Somos seres relacionales y, por eso, nuestra identidad en
parte la construimos pero depende también de los otros. La seguridad total no
es humana: siempre estamos en manos de las personas a las que queremos.
Si prefieres
oírlo, visita este vídeo en mi canal de youtube Tinta y Caos:
https://youtu.be/PTGgOcxoJUM
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