Gobernar o ser bueno

Dirigir los asuntos de una comunidad (política) y ser buena persona (ética) están en planos distintos pero pertenecen a una misma persona.

Gobernar es algo que algunas personas hacen pero han de integrar esa acción en el contexto más amplio de su vida. Vale la pena reinar sólo si eso no nos destruye humanamente: ser buenos es el objetivo irrenunciable; lo demás vale sólo en la medida en que contribuya a ese fin.

Quizá un enfoque radicalmente novedoso y totalmente instalado entre nosotros sea el que plantea Maquiavelo: el objetivo irrenunciable es gobernar, se trata del poder. Algo de esto le entiendo cuando dice que

«es necesario al príncipe que quiera seguir siéndolo aprender a poder no ser bueno y utilizar o no este conocimiento según la necesidad;

è necessario, volendosi uno príncipe mantenere, imparare a potere essere non buono et usarlo e non usarlo secondo la necessità»,

Maquiavelo, El príncipe, Cap XV, pp. 154-155.