miércoles, 16 de octubre de 2024

Ser Adulto: Entre la Independencia y la Gratitud

 


Ser adulto implica adquirir la capacidad de gestionar la propia vida, tomar decisiones por uno mismo y dirigir el propio camino. En otras palabras, la madurez va de la mano de la independencia y de la habilidad para cumplir los propios objetivos.

Por el contrario, la infancia está marcada por la necesidad del otro, por la dependencia. Esto nos coloca en una constante deuda, o dicho de otro modo, en un estado permanente de gratitud y apertura.

Algo de esto le entiendo a Chesterton cuando dice que


"La prueba de la felicidad es la gratitud;
The test of all happiness is gratitude; and I felt grateful, though I hardly knew to whom.",

Chesterton, Ortodoxia, IV: Ética en el país de los elfos.

jueves, 10 de octubre de 2024

Fructificar en tierra baldía





Cada uno de nosotros recibe dones distintos. Hay personas mejor dotadas, sin importar el tipo de don del que hablemos. Lo que hemos recibido no es para guardarlo, sino para ponerlo en juego, para hacerlo fructificar. Esa es nuestra tarea, nuestra misión en la vida.

Materia y forma, diría Aristóteles. Poco podemos hacer respecto a lo que se nos ha dado (más allá, quizá, de mostrar gratitud). Sin embargo, podemos hacerlo todo con lo que se nos da, ya sea un vergel o una tierra yerma, un tepetate, como menciona Rulfo:

«A nosotros nos dieron esta costra de tepetate para que la sembráramos»,

Rulfo, El llano en llamas; «Nos han dado la tierra», p. 114.

jueves, 3 de octubre de 2024

Vacío y promesa; Rulfo y Saint-Exupéry

La llanura árida, el secarral, es abrasador e infecundo. Tanto da que se hable de paisajes físicos o espirituales.

Algo de esto le entiendo a Juan Rulfo cuando escribe:
«¿Quién diablos haría este llano tan grande? ¿Para qué sirve, eh? […]
No, el llano no es cosa que sirva»,
Rulfo, El llano en llamas; Nos han dado la tierra, 113.

También es abrasador el desierto en el que cae el Principito, pero Saint-Exupéry escribe:
«Lo que embellece al desierto –dijo el principito– es que esconde un pozo en algún lugar;
Ce qui embellit le désert, dit le petit prince, c'est qu'il cache un puits quelque part...»
Saint-Exupéry, El principito, cap. 24.

Mientras que Rulfo ve un paisaje árido y desolador, sin utilidad aparente, Saint-Exupéry subraya que incluso el lugar más estéril puede esconder algo valioso. Así como un desierto físico puede parecer vacío pero albergar un pozo oculto, los desiertos espirituales pueden contener una fuente de vida y sentido, si sabemos dónde y cómo buscar.

Tal vez la vida misma sea así: a veces se siente como un llano infecundo, pero siempre existe la posibilidad de que esconda un pozo, un sentido, una esperanza en algún lugar.

martes, 1 de octubre de 2024

Nefarious: El mal, la mentira y la Iglesia (3)

 

 



Entusiasmo por la realidad:

El mal, la mentira y la Iglesia (3)

 

 

 

Manuel Ballester

 

 

Esta sección intenta contagiar entusiasmo. Ante la realidad, no una fogosidad fruto de peculiares y envidiables disposiciones psicológicas. Entusiasmo al descubrir la maravilla de la realidad.

Aunque hay mal y hay gente mala. Las dos últimas entradas de esta sección se han ocupado precisamente de este asunto: ¿cómo entusiasmarse ante una realidad que incluye el mal? Tomamos pie de la película Nefarious, cuando habla el diablo.

Sentimos instintivamente que el mal no debería existir. Pero ahí está, a cada paso que damos. Requiere, por tanto, una explicación. Para entenderlo y, comprendiéndolo, atenuar su impacto en nuestras vidas.