El hombre masa es gregario.
Las ideologías totalitarias lo saben, fomentan ese modo de ser y disuaden del riesgo de la libertad, responsabilidad y demás incomodidades.
Algo de
esto le entiendo a Houellebecq cuando dice que
«La existencia individual y el sentimiento de libertad que va con ella constituyen el fundamento natural de la democracia»,
Houellebecq, Las partículas
elementales, I, 13
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