lunes, 10 de marzo de 2014

El político, como Dios

Según cuentan, cuando Dios pensó que convenía que hubiera transparencia dijo: "Hágase la luz". Y la luz se hizo. Así de fácil. Luego hizo al hombre a su imagen y semejanza.
Y los políticos, hombres de fe, pretenden que esa semejanza es identidad cuando perciben un problema y dicen: "Hágase una ley". Así de fácil: que los chiquillos la montan parda, Decreto de convivencia; que no les da la gana estudiar, Orden de refuerzo curricular; que se ponen obesos como focas, Programa alimentario salutífero. Y así ad nauseam.

Da miedo señalarles problemas: te responden sonrientes y raudos con más normas, más burocracia. Y eso es un problema. Un nuevo problema que añadir a los de antes.

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