Sostiene
Aristóteles que la mayoría de los hombres más que vivir, "son
vividos". Algo así como si la vida de la gente fuese dirigida desde fuera,
según los usos y costumbres de su tiempo y lugar. Por decirlo de otro modo, la
mayoría desempeña el papel que la sociedad de su tiempo le otorga: son actores
de sus vidas, pero no autores.
Para escribir el guión de
la propia vida, para ser autor, para vivir desde sí mismo (desde dentro y no
desde fuera) haría falta… de entrada, tener claridad.
Asunto difícil, si hemos
de creer a Ortega. Y ahí lo dejo. Por si interesa:
«Cabezas claras, lo que
se llama cabezas claras, no hubo probablemente en todo el mundo antiguo más que
dos: Temístocles y César; dos políticos. La cosa es sorprendente, porque, en
general, el político, incluso el famoso, es político precisamente porque es
torpe».
Ortega y Gasset, La rebelión de las masas
No hay comentarios:
Publicar un comentario