Conversión es dar la vuelta (de nuevo).
Volver a poner atención en la fuente, en el origen, aunque
eso suponga nadar contra corriente (de nuevo).
Hay que nadar contra corriente porque la vida y los ríos (como es sabido) van a dar al mar, que es el morir.
Lo que se me ocurre en Miércoles de Ceniza
De tanto traicionar mi corazón y mi cuerpo, solo cabeza, convicciones, … ahora lucho por ser coherente, aunque traicione mis convicciones… solo hasta cierto punto, para empezar a VIVIR… para poder SOBREVIVIR el tiempo que Dios quiera.
ResponderEliminarConversión… por fin, a ser fiel a ese ser que Dios me dio… y yo pervertí desde muy joven por… ser siempre fiel a otras personas antes que a mi mismo y a Dios. Ser coherente, aunque me auto excomulgue por intención sin arrepentimiento ni propósito de enmienda, convirtiéndome en publicano, samaritano… prostituta. Para no ser nunca más un aprendiz de Escriba o Fariseo hipócrita.
ResponderEliminarPerdón por haber tardado tanto. No suelo revisar los comentarios
ResponderEliminarMe han recordado esto de Charles de Foucauld. Ahí lo dejo. Por si sirve:
ResponderEliminarConozco tu miseria, los combates y las tribulaciones de tu alma; la debilidad y las enfermedades de tu cuerpo; conozco tu negligencia, tus pecados, tus abandonos. Pero, a pesar de todo esto, te digo: “Dame tu corazón, ámame tal como eres”