Cuando se aspira a una meta es posible fallar, hundirse o
extraviarse. No conseguir el objetivo significa fracasar.
El ambiente social actual es curioso. No se tiene sensación de
que haya una meta, un objetivo o sentido pero sí de no haberlo logrado (¿había
algo que lograr?).
Algo de esto le entiendo a Houellebecq cuando dice que
«en nuestros días todo el mundo tiene forzosamente la impresión, en un momento u otro de su vida, de ser un fracasado», Ampliación del campo de batalla, 37
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