La (buena) suerte, el
azar, el destino. Nombres todos de una fuerza sin razón ni motivo que nos eleva
y nos coloca en buena posición.
Los talismanes,
horóscopos y rogativas que pretenden dominar y encauzar esa fuerza como si de
un Deus ex machina se tratase quizá
olvidan que la suerte no es tan azarosa e inmotivada como piensan. Y al no
comprender las razones, la suerte les vuelve la espalda.
Si lo entiendo bien, algo de esto dice
Malègue. Ahí, en mi blog, lo dejo. Por si interesa:
«La chance jouait
pour lui, comme elle fait pour tous les forts et les biens préparés, ce en quoi
elle joue dans les règles».
«La suerte jugaba a su
favor, como hace con todos los fuertes y bien preparados; así es como la suerte juega según las reglas».
Joseph Malègue, Augustin ou le Maître est là
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