A veces nos desorientamos en la vida. No sabemos qué nos ha pasado, cómo hemos llegado a esta situación. Y cuesta saber aquello que se expresa como tres cuestiones pero que sólo es una: quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos.
Pero ocurre que
cuanto más esencial es algo, más cerca está. Sólo hay que hacer silencio y
poner atención.
O eso le entiendo
a Manzoni cuando dice que
«el corazón, a quien
le hace caso, tiene siempre algo que decir sobre lo que será;
il cuore, chi gli dà retta, ha sempre
qualche cosa da dire su quello che sarà»,
Manzoni, Los novios, VIII.
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