Lo más básico y lo más esencial de nuestra vida nos viene dado, mostrado. El lenguaje, los modos de comportarnos, las aspiraciones personales y profesionales... En ellas nos movemos, existimos y fraguamos nuestro modo de estar en el mundo.
La pertenencia a una comunidad (que, en función del modo de integrarnos, Bergson distingue entre sociedad abierta o cerrada) por un lado choca con la idea de individuo que se hace a sí mismo (el célebre self made man) y, por otro, nos introduce en el ámbito del ejemplo, el modelo, el ideal, el prototipo.
Y algo de esto le entiendo a Maquiavelo:
«Caminando los hombres casi siempre por vías ya batidas por otros, y procediendo en sus acciones por imitación...;
Camminandi gli uomini sempre per le vie battute da altri e precedendo nelle actioni loro con le imitazioni...»,
Maquiavelo, El príncipe, Cap VI, pp. 50-51.
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