Hay una actitud que consiste en reducir la frustración restringiendo los deseos y expectativas. Está poco extendida pero tiene su coherencia porque todo tiene un precio.
Si lo entiendo bien, a eso se refiere Camus cuando habla de la
frustración de Sísifo:
Su suplicio indecible «es el precio que hay que pagar por
las pasiones terrestres;
c’est le Prix qu’il faut payer pour les passions de cette
terre»,
Camus, Le mythe de
Sisyphe, 164
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