miércoles, 16 de agosto de 2017

Conócete a ti mismo

Conocerse a sí mismo podría ser una distracción que no ha de tomarse en serio. Un entretenimiento, como determinar si el huevo es antes o después que la gallina.
También podría ser un reto. Una invitación a hacer de la propia vida algo valioso.
Difícil asunto si juzgamos por los resultados. O algo de esto podría entendérsele a Ortega. Y ahí lo dejo. Por si interesa:


«Nos encontramos, pues, con la misma diferencia que eternamente existe entre el tonto y el perspicaz. Éste se sorprende a sí mismo siempre a dos dedos de ser tonto; por ello hace un esfuerzo para escapar a la inminente tontería, y en ese esfuerzo consiste la inteligencia. El tonto, en cambio, no se sospecha a sí mismo: se parece discretísimo, y de ahí la envidiable tranquilidad con que el necio se asienta e instala en su propia torpeza»


Ortega y Gasset, La rebelión de las masas

No hay comentarios:

Publicar un comentario