jueves, 10 de agosto de 2017

Elitismo para todos

Siempre ha habido gente excelente y gente del montón. Nada nuevo bajo el sol por aquí.
Pero siempre el hombre excelente ha tenido conciencia de su superioridad. Fruto de su esfuerzo y sus dotes. Y de su responsabilidad.
Y quien no lo era reconocía en el otro una superioridad envidable.

¿Es posible que el hombre superior se avergüence hoy de su excelencia?
Eso podría deducirse del movimiento al que alude Ortega, si yo lo entiendo bien. Y ahí lo dejo. Por si interesa:

el hombre-masa actual «es tan masa como el de siempre, pero quiere suplantar a los excelentes»

Ortega y Gasset, La rebelión de las masas

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