Titulaba la última
entrada "¿Valdrá la pena?". Mil
perdones: error mío.
La cuestión no es si la
vida valdrá o no la pena. La cuestión es cómo hay que vivirla para que valga la
pena. Así lo plantea Platón.
Y quienes aciertan con el
cómo, tienen una vida excelente. Porque así, con excelencia, fuerza, brío, es
como se vive para que valga la pena. Eso, en griego, se dice areté y, como sabe Rubén, los latinos lo
traducen como virtus. Será por
palabras… Y dicen los sabios, Aristóteles el primero, que la virtud es condición necesaria, imprescindible, pero no suficiente.
Otros lo plantean... o lo sienten y lo viven de otros modos. Entre estos los hay que discurren con más dulzura que angustia, que de todo hay, pero, al decir de Aristóteles, más que vivir "son vividos".
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