Es difícil escapar de los
modos de ver el mundo que están vigentes en cada momento que, por eso y en otras
palabras, son modas. Y las modas, lo moderno, van y vienen al son de nuevas
in-novaciones.
En suma, la amalgama de idola fori et tribus, que diría Bacon,
que a veces nos hace olvidar quién somos e intentar aparecer y actuar de otro
modo: un modo superior o inferior, tanto da, pero que nunca es mejor,
sencillamente porque no es el que toca.
Los tiempos, las modas y
los idola cambian, pero Sísifo
acarrea y tropieza una y otra vez con la misma piedra.
Atinar con lo que toca, sin pasarse ni quedarse corto, es cuestión tan difícil como valiosa. Aristóteles la llamó excelencia, areté, y nosotros heredando el término latino solemos denominarla con el gastado nombre de virtud.
Quizá por eso
Ortega, gastando tanta claridad como ironía, dice lo que dice. Ahí lo dejo. Por si interesa :
El hombre y la gente.
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