domingo, 17 de diciembre de 2017

Atinar

Es difícil escapar de los modos de ver el mundo que están vigentes en cada momento que, por eso y en otras palabras, son modas. Y las modas, lo moderno, van y vienen al son de nuevas in-novaciones.
En suma, la amalgama de idola fori et tribus, que diría Bacon, que a veces nos hace olvidar quién somos e intentar aparecer y actuar de otro modo: un modo superior o inferior, tanto da, pero que nunca es mejor, sencillamente porque no es el que toca.

Los tiempos, las modas y los idola cambian, pero Sísifo acarrea y tropieza una y otra vez con la misma piedra.

Atinar con lo que toca, sin pasarse ni quedarse corto, es cuestión tan difícil como valiosa. Aristóteles la llamó excelencia, areté, y nosotros heredando el término latino solemos denominarla con el gastado nombre de virtud.

Quizá por eso Ortega, gastando tanta claridad como ironía, dice lo que dice. Ahí lo dejo. Por si interesa :

 «a mediados del último siglo y comienzos de éste la filosofía, so el apodo de positivismo, pretendía ser una ciencia, es decir quería «hacer de ciencia», pero no hay que formalizar la cosa, se trata sólo de un breve ataque de modestia que la pobre sufrió!».

El hombre y la gente.

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