La juventud, incluso la adolescencia, tiene buena fama entre nosotros.
Contrasta
con el prestigio que siempre tuvieron los ancianos, los que por haber superado
la juventud y hallarse libres de las estridencias de la adolescencia, han
logrado sosiego y sabiduría.
«Ya
verás, al envejecer las cosas se vuelven muy sencillas»,
Ampliación del campo de batalla, 108.
No hay comentarios:
Publicar un comentario