Cuando se viaja, es agradable pararse a descansar. En el
viaje de Ulises hubo quienes se entusiasmaron con el gozo del loto y se
olvidaron del viaje que los llevaba al hogar.
Por eso, seguir caminando es también agradable.
Algo de esto le entiendo a Hölderlin cuando dice:
«Es delicioso dar el primer paso fuera de los límites de la juventud;
Es ist entzükend, den ersten Schritt aus der Schranke der Jugend zu thun»,
Hölderlin, F., Hyperion oder Der Eremit in Griechenland, 39.
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