No todos somos padres.
Pero todos somos hijos.
Y los hijos heredan. Una
genética y una cultura, una lengua y un mundo (con los mismos límites, que diría
Wittgenstein), una estimación de sí, de los demás y del mundo todo. Y con esos
mimbres construimos nuestro mundo y nuestra vida.
Ortega lo dice más
sintéticamente, si lo entiendo bien. Ahí lo dejo, por si interesa:
«Circunstancia y decisión
son los dos elementos radicales de que se compone la vida».
Ortega y Gasset, La rebelión de las masas
No hay comentarios:
Publicar un comentario