Que la perfección no es
de este mundo, sino de otro, es una lectura posible de Platón. Y si tiene
razón, y no sería la primera vez, también ha de entenderse que hay que tener paciencia
porque este mundo va como puede. Este mundo, y las gentes de este mundo. Y
todos somos gente.
Algo de esto le entiendo
a Ortega. Y ahí lo dejo. Por si interesa:
«cuando algo que fue
ideal se hace ingrediente de la realidad, inexorablemente deja de ser ideal».
Ortega
y Gasset, La rebelión de las masas.
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