La vida es paradójica en
cierto sentido. Estamos llenos de contradicciones, con nosotros mismos:
deseamos comer de todo pero no queremos engordar, nos gustaría dedicarnos a la
holganza pero queremos estar fuertes, llenos de realización, éxito y vitalidad.
Cualquiera entiende que
las tendencias que manifiestan nuestro conflicto interior han de ser
orientadas. En caso contrario, sabemos qué tipo de querencias se impondrán
sobre las otras, qué tipo de vida iremos consolidando a cada nuevo acto, a cada
nueva elección. Será letal.
Porque lo vital es la
coordinación, la organización de nuestras instancias para hacer lo que toca
cuando toca. Eso es lo vital, lo propio de una vitalidad fuerte.
Algo de esto le entiendo
a Ortega. Ahí lo dejo. Por si interesa:
«Toda vida es lucha, el
esfuerzo por ser sí misma. Las dificultades con que tropiezo para realizar mi
vida son precisamente lo que despierta y moviliza mis actividades, mis
capacidades»,
Ortega
y Gasset, La rebelión de las masas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario